Myriam Gómez | Cualidades de un Director (ra) de Empresas

Myriam Gómez

Directora de Empresas y ONGs

Director Certified at Institute of Directors of London

Un directorio de una empresa es uno de los órganos más importantes de cualquier organización o estructura de negocios. El marco de gobierno corporativo debe garantizar la orientación estratégica de la empresa, el control eficaz de la gestión por parte del directorio y su responsabilidad ante la organización, los accionistas y sus distintos stakeholders. Por eso, para llegar a ser director de empresa se requiere de una adecuada, rigurosa y permanente preparación, además de contar con experiencia probada que permita agregar valor. Por las responsabilidades que conlleva ser Director de Empresa, es muy relevante entender y asimilar las diferencias entre la dirección estratégica y la gestión misma.

La dirección de una empresa implica la formulación de la estrategia, la asignación de recursos globales, el establecimiento de políticas que orienten y limiten la acción de la gestión y establezcan el rumbo que debe tomar la organización. La gestión ejecutiva implica el funcionamiento del negocio, temáticas operativas a corto y mediano plazo de gestión financiera, de producción y de mercado, vigilando el desempeño en toda la empresa y tomando decisiones coherentes con las estrategias.

Importante, por lo tanto, es tener muy claro que los elementos centrales del gobierno corporativo tienen que ver con la transparencia, rendición de cuentas  y la integridad que debe existir en todos los puntos de la cadena de suministro de información y que, por lo general, son bastante fáciles de describir, pero a menudo muy difíciles de practicar. Por eso, entre las características esenciales del perfil de un director, están la transparencia y la comunicación porque impulsan un Buen Gobierno Corporativo que genera confianza, credibilidad, lealtad y legitimidad en la organización.

Más allá de esas cualidades básicas, se recomienda cultivar y/o adquirir además las siguientes “virtudes profesionales”:

  1. Comportamiento ético. Existen empresas que, justamente por mantener una línea ética, reestructuran su directorio, cambian al gerente general e incluso al CEO. Esto revela que las organizaciones están dispuestas a tomar decisiones muy radicales, para preservar las buenas prácticas y proteger su imagen y reputación. Resulta fundamental que una empresa se exprese con transparencia y asuma responsabilidades. No se deben ocultar hechos aunque ellos expongan a la compañía a situaciones que afecten su patrimonio o el valor de la marca. Esto implica comunicación, apertura, decir siempre la verdad y no solo cuando sea requerido.

  2. Conocimientos muy actualizados. Los directores de una empresa son ejecutivos con competencias globales y, dependiendo del giro de la organización, con conocimientos muy especializados. Los altos ejecutivos de una empresa deben conocer todas las herramientas que exige el mundo competitivo actual, para responder adecuadamente en el trabajo y a los desafíos de desarrollo organizacionales. No se vive de los conocimientos y éxitos del pasado y se requiere una actualización continua.

  3. Saber escuchar. Es una cualidad que permite a un director conocer el rumbo de la empresa. Un alto ejecutivo no puede esperar a una reunión de directorio para recién enterarse de un tema. El director se contacta con gente de la organización, para interiorizarse del rumbo de la empresa.

  4. Independencia. Para un director es fundamental tener independencia de ideas y toma de decisiones. Este hecho cobra notoriedad en empresas familiares con directorios totalmente conformados por miembros de una determinada familia, por ejemplo. Varios estudios internacionales recientes sobre el tema de sanidad y robustez de directorios, coinciden en que sólo una de cada ocho empresas familiares, sobrevive a la tercera generación y dos de cada tres trascienden luego de la muerte de su fundador. No está vedado que miembros de una familia representen en un directorio patrimonios colectivos, pero es prioritario que ellos sean técnicos, expertos y que no respondan a intereses particulares, sino que actúen con independencia de criterio.

  5. Definir prioridades. Si el director no tiene la capacidad de priorizar los aspectos importantes y generadores de valor para una organización, se pierden oportunidades muy grandes para la empresa. Es relevante que los ejecutivos de cualquier empresa asuman estos principios inherentes a los desempeños de los directores, como lineamientos indispensables de su actuación gerencial. En complemento, deben tener además habilidades blandas y disponer de los debidos avances tecnológicos, para transformar, innovar y propender al mejoramiento continuo de la organización.

Más específicamente y al emprender cualquier búsqueda de un candidato a incorporar a un directorio, consultores de selección de personal se centran en la experiencia, transparencia y la comunicación como cualidades centrales, ya que ahí están los cimientos de un buen gobierno corporativo. Ese cuya misión básica no es otra que generar confianza, credibilidad, lealtad y legitimidad en una organización.

Andrea Sanhueza